Las Mujeres de la Biblia

Colección Cristiana

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Ana, la profetisa, aparece después del nacimiento de Jesús, cuando José y María  llevaron al niño Jesús al Templo de Jerusalén para su presentación. Estaba allí Simeón, quien reconoció y anunció de inmediato al bebé Jesús como el Mesías prometido. En ese evento también se encontraba Ana, considerada profetisa, una mujer de avanzada edad que estuvo sólo siete años casada, y tenía ochenta y cuatro años siendo Viuda (Lucas 2:36).

La Biblia dice que, Ana no se apartaba del Templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones (Lucas 2:37). Ana, al igual que Simeón, vio a Cristo Jesús y lo reconoció como el redentor de Israel. En seguida, la profetisa Ana empezó a dar gracias a Dios, y a anunciar que había nacido el Mesías tan esperado por el pueblo judío (Lucas 2:38).

A través de las palabras de la profetisa Ana recordamos lo que dijo el profeta Isaías: ¡Salgan juntos en la canción, Oh ruinas de Jerusalén! Porque Jehová ha consolado a su pueblo, ha redimido Jerusalén(Isaías 52:9).

 

Catequesis:

¿Qué aprendimos de la Profetisa Ana?

Las Sagradas Escrituras nos hablan de una mujer virtuosa, una verdadera creyente en Jehová. Se trata de Ana, la profetisa. Al enviudar, esa mujer se entregó en cuerpo y alma a la oración y las obras del Señor.

Aprendamos de Ana, la Profetisa, a confiar en la llegada del Señor. También, a dedicar parte de nuestro tiempo al ayuno y oración; así como a ayudar a nuestro prójimo, especialmente, a los necesitados.

Pidamos a nuestro Padre Dios, que nos ayude a confiar en sus promesas, para esperar con alegría en nuestros corazones el encuentro definitivo con nuestro Salvador Cristo Jesús.