Las Mujeres de la Biblia

Colección Cristiana

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Betsabé figura en la genealogía de Jesús: “Isaías engendró al rey David; y David a Salomón, en la mujer de Urías”.

(Mateo 1: 6).

El Antiguo Testamento relata la historia de Betsabé, hija de Ammiel. Ella fue esposa de Urías el hitita; y luego del rey David con quien procreó a Salomón y cuatro hijos más.

(2a Samuel 11:2-5, 26, 27; 12:15-24; 1a Reyes 1:11-40).

El esposo de Betsabé era uno de los militares del rey David. Se encontraba bajo el mando del general Joab sitiando la ciudad de Rabbá; mientras el rey David permanecía en Jerusalén.

 

 

«Un día, al caer la tarde,  se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado (azotea), a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.

 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.

 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa».

(2 Samuel 11:2-4).

 

 

Betsabé quedó embarazada y envió un mensaje al rey David diciéndole: “Estoy en cinta”. Para no exponerla al escandalo, ya que Betsabé estaba casada y su esposo ausente desde hacía meses, el rey David envió un mensaje al general Joab diciéndole:

“Enviame a Urías Heteo” (2 Samuel 11:5-6).

Cuando Urías llegó, el rey David después de preguntarle por el estado de la guerra, le dijo que fuera a su casa, y ordenó a sus sirvientes le enviaran alimentos de la mesa real. Pero Urías no fue a su casa y durmió con todos los siervos del rey David en la puerta del palacio (2 Samuel 11:7-9).

El rey David le preguntó por qué no había ido a su casa Urías respondió que no era justo que él descansara mientras sus compañeros estaban en el campo de batalla (2 Samuel 11:10-13).

 

 

El rey David al no poder lograr que Urías durmiera con su esposa Betsabé, y que pareciera que ella quedó embarazada de él, envió al general Joab, con el mismo Urías, una nota que decía:

Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera”; y murió Urías (2 Samuel 11:15-17).

Una vez pasado el luto, el rey David trasladó a Betsabé a su palacio, y ella se convirtió en su mujer y dio a luz a un niño. Sin embargo, el pecado de David fue desagradable ante los ojos de Jehová (2 Samuel 11:27).

Por lo tanto, Jehová envió un mensaje al rey David mediante el profeta Natán (2 Samuel 12:1).

 

 

 Dijo el Profeta Natán a David:

Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.

 El rico tenía numerosas ovejas y vacas;

pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija.

 Y vino uno de camino al hombre rico; y éste no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar para el caminante que había venido a él, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la preparó para aquel que había venido a él.

Entonces se encendió el furor de David en gran manera contra aquel hombre, y dijo a Natán: Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte.

Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia.

 Entonces dijo Natán a David:

“Tú eres aquel hombre”.

     (2 Samuel 12:1-7).

 

 

Dijo Natán a David, así ha dicho Jehová: “He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol.

 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.

 Entonces dijo David a Natán:

“Pequé contra Jehová”.

Y Natán dijo a David:

“También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.

Pero con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, por tanto, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá”.

(2 Samuel 12:11-14).

 

 

Catequesis:

¿Qué aprendimos de Betsabé?

Las sagradas escrituras se enfocan más en el rey David que en Betsabé, por ser este un elegido de Jehová; y además, su posición social: rey de Israel.

Este rey inició el pecado deseando a una mujer casada, mintió y cometió adulterio con ella. Por último, asesinó a un hombre inocente, su esposo Urías.

Sin embargo, la Biblia no menciona algún rechazo de Betsabé hacia los deseos malsanos del rey David. Suponemos que ella sintió temor por tratarse de la máxima autoridad de esa nación. Pero no podemos eximirla de culpa. A partir de su falta de pudor bañándose desnuda en un área descubierta de su casa donde podía ser vista; y luego, compartiendo con el rey David el pecado. Por tanto, Betsabé no es un ejemplo a seguir.