Las Mujeres de la Biblia

Colección Cristiana

Nelfa Chevalier/Amazon.com

«LA PROFETISA HULDAH»

Huldah era una profetisa, mencionada en el Antiguo Testamento. Ella fue una profeta con autoridad, respetada por todos. Vivía en Jerusalén con su esposo Salum, guardarropa del rey Josías. Las Sagradas Escrituras narran que, durante la reparación del templo de Jerusalén, se encontró el Libro de la Ley y fue entregado al rey Josías. Cuando él lo leyó, se rasgó las vestiduras y dijo a varios de sus funcionarios:

“Vayan a consultar al Señor por mí, por el pueblo y por todo Judá con respecto a lo que dice este libro que se ha encontrado. Sin duda que la gran ira del Señor arde contra nosotros, porque nuestros antepasados no obedecieron lo que dice este libro, ni actuaron según lo que está escrito para nosotros” (2 de Reyes 22:11-13).

 

 

Los funcionarios del rey Josías fueron a consultar a la profetisa Huldah, y ella les dijo:

«Así dice el Señor, Dios de Israel:

“Díganle al que los ha enviado que Yo, el Señor, les advierto:

Voy a enviar desgracia sobre este lugar y sus habitantes, según todo lo que dice el libro que ha leído el rey de Judá.  Ellos me han abandonado; han quemado incienso a otros dioses y me han provocado a ira con todos sus ídolos. Por eso mi ira arde contra este lugar, y no se apagará. 

Pero al rey de Judá, que los envió para consultarme, díganle que en lo que atañe a las palabras que él ha oído, Yo, el Señor, Dios de Israel, afirmo: Como te has conmovido y humillado ante el Señor al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que serían asolados y malditos; y, como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, Yo te he escuchado.

Yo, el Señor, lo afirmo.  Por lo tanto, te reuniré con tus antepasados, y serás sepultado en paz. Tus ojos no verán la desgracia que enviaré sobre este lugar”» (2 de Reyes 22:15-20).

 

 

Catequesis:

¿Qué aprendimos de Huldah?

Huldah fue una mujer escogida por Dios para transmitir sus pensamientos: ordenanzas y pactos al pueblo judío.

En ese tiempo, había otros profetas en Jerusalén, entre ellos Jeremías y Sofonías; sin embargo, los funcionarios del rey Josías prefirieron consultarle a Huldah. Eso significa que, aunque Huldah era mujer, como profeta, ella gozaba de buena reputación.

Nuestro Padre celestial nos da una misión a cada uno de nosotros, y la vamos a realizar de acuerdo a la grandeza de nuestros corazones. Huldah es un ejemplo de fe, confiabilidad, respeto y carácter que todas las mujeres debemos seguir.